Probablemente supieron que estuve buscando nuevo personal para todo el estudio, pues estamos creciendo, y lo más difícil de encontrar fue a la encargada de mercería. Lo intenté con varias personas que, a pesar de su enorme entusiasmo, la misma mercería nos indicó que se necesitan ciertas aptitudes que van más allá de manejar hilos y tijeras (muchas más).
Esta experiencia me mostró cómo el sitio te reclama. Como un rebaño a su pastor, como si la mercería fuera quien elige a su encarnado. Hubo un punto en que yo me estaba encargando de TODO, mercería, inscripciones, difusión, oferta educativa, libros, nueva sede, tesis, licenciatura e hijita de casi dos años... necesito ayuda. Y fue entonces que Estudio Mercería invocó a su cancerbero cuando recibí la siguiente carta de motivos que le valió a Andrés González el puesto de verdugo y bodeguero del estudio, el encargado de Estudio Mercería.
-Enfocando la idea principal de una carta cualquiera me presento: soy Andrés, un gusto. Es de
esperarse que al postular a esta vacante me encuentro desempleado, pero para no dar a entender
que estoy disparando ciegamente a diestra y siniestra fijamente a cualquier oportunidad
laboral, proseguiré a explicar los motivos particulares por los que me inclino a ser miembro de
vuestro estudio en el departamento de Mercería:
Verás, la primera ocasión que tuve una guillotina en mis manos había degollado no más de 600
tallos de claveles en un sentón, lo sentí especial y mágico hasta ver el fruto de mis callos en las
manos tomar forma en un carro alegórico. En ese momento despertó una pasión en mí por ser
florista o verdugo. Aunque este último oficio no lo considero viable fuera de algún libro de
fantasía o historia, y el primero me parece muy triste porque sería un incentivador para dejar
morir a la flor sin su raíz. Acto gemelo pero antónimo a la noción del textil, ¿Qué no de esto se
trata el embrollo? ¿De tomar una flor, fibra, tallo o trapo y extender su inmortalidad a través
de la textura e imagen, incluso si lo cortas intencionalmente con las manos? Este hallazgo no
partió del objeto punzocortante, sino de mi posición como alguien clave en ese momento específico
para crear algo mucho más grande que yo mismo. Así se creó este trance textilero.
Luego de este acontecimiento quede enganchado de incursionar en el textil y colabor a la labor
que mata para dar vida - contraria al florista - me atrapó sin miedo aunque fuera tarde, pues
ya me encontraba en mi último año de universidad: Tomé durante un año en taller de producción
textil. Estar allí en ese saloncito tanto tiempo me permitió aprehender sus elementos de
forma más intensionada a una precisión técnica y cuidadosa fuera de la magia que causó
inicialmente. Así que, además de la pasión que siento por dentro quiero dar a entender que soy
más que una esponja solo absorviendo experiencias sin dar nada a cambio.
Estimada Gimena, me siento entusiasmado y un poquito nervioso por aportar un chispazo a
danzar en el compartir saberes, opiniones y experiencias de forma horizontal en un espacio
Saludos.
con gente que se mueva por esa misma magia pero quiera concretarla en un objeto o proyecto
específico; qué no es la magia sino bajar de ese universo de estantería y mercerías con habitantes
de diferentes grosores, colores y propósitos en un mundo-momento de mi vida donde existe
de todo menos algo de certeza segura. Siendo la única, la devoción con la que quiero entretejerme
para tornar algo arquetipicamente solitario como el bordado en algo colectivo donde
sentirnos acompañados. La mercería puede ser una analogía sobre como catalogar un mini
planeta para hacer llegar la esencia de sus habitantes a todas partes dentro de un paquete
como si fuera una caja de pandora.
Siendo honesto sé que no tengo una vasta experiencia laboral en áreas afines, pero entre rebuscadas
oraciones pienso puedes leer un interés genuino, un chico son entusiasmo e ímpetu para
formar parte de tu equipo con un propósito desembocado en constante crecimiento de la
manos de todos ustedes que deja delado pero no se dirige exclusivamente por una compraventa
masiva, sino que ejecuta - cual verdugo de hilos - devotamente para avivar el bordado
usando puntos de fuga lúdicos e hipnotizantes como la astrología, la naturaleza y la memoria,
dándole una especie de Biología al bordado que le aporta humanidad y carácter. Si ustedes y
el destino lo permiten, espero convertirme en un verdugo y bodeguero que le de nueva vida a
este algodón metaformado que encapsula momentos.
PD: Hace tres años compré un cuenta hilos en el tiaguisy me emociona saber que su propósito
podría llegar pronto. Agradezco me hayan permitido tocar su pueta para buscarla, espero de
corazón el cuentahilos pueda ser aceptado por una mano que resuene con todo este sentir
escrito de motivaciones, más que motivos inhertes.
Espero leerle pronto, un abrazo cálido y un agradecimiento por la oportunidad.-
¡Bienvenido Andrés!
Leí hace unos días la carta enviada por Andrés y es poética, se nota que habla desde su alma.
Hermosa carta de presentación, la narrativa de cuento, Felicidades...