Deshago hilos al mismo tiempo que intento deshacer ideas, imágenes, voces. Y deshago nudos, también en el estómago y en la garganta, con una aguja y tacto finos, y con el aire que sensualmente me expande y me contrae en esa vasta profundidad que habita dentro de mí. La intuyo y la palpo en mi vientre que duele, en el olor a viejo de esa tristeza rezagada, en ese cansancio que pesa años y suena a tierra, en la delicada y silenciosa sapiencia de mis dedos, en cada hebra que atraviesa y dibuja el papel, que me atraviesa. Porque la experiencia se hace por el cuerpo: cuerpo papel, cuerpo bordado, cuerpo dibujado.
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Hermoso poema, que profunda reflexión.... Bendiciones
Me he transportado a la sutileza del momento en que aguja e hilo se acompañan para dar vida 🌺 al pensamiento expresar los sentires en formas de amor. Bello