Epifanía de los dioses - Sesión 6

El legado de la Gran Tenochtitlán es vasto y profundo, influyendo en múltiples aspectos de la cultura, la historia y la identidad de México, así como en el imaginario colectivo a nivel global. A continuación te explico algunos de los aspectos más importantes de este legado:

1. Arquitectura y urbanismo

La Gran Tenochtitlán fue una ciudad notablemente avanzada en términos de arquitectura y urbanismo. Estaba organizada en torno a su centro ceremonial, donde se encontraba el imponente Templo Mayor, dedicado a los dioses Huitzilopochtli y Tláloc. La disposición de la ciudad, con amplias calzadas, canales y chinampas (islas artificiales para la agricultura), muestra el alto grado de ingeniería de los mexicas. Hoy en día, los restos de la antigua ciudad se pueden ver en el centro de la Ciudad de México, y el Museo del Templo Mayor es una de las principales atracciones arqueológicas, recordando el esplendor de la antigua capital.

El diseño de la actual Ciudad de México sigue en parte el modelo de Tenochtitlán, con calles que se trazaron sobre las antiguas calzadas. La idea de una ciudad con lagos y canales que la rodean ha perdurado, aunque hoy muchos de esos cuerpos de agua han desaparecido.

2. Influencia cultural y simbólica

El legado de Tenochtitlán se refleja fuertemente en la identidad mexicana. La imagen del águila posada sobre un nopal devorando una serpiente, que simboliza el mito de la fundación de la ciudad, es hoy uno de los emblemas nacionales de México y aparece en su bandera. Este símbolo está profundamente ligado al orgullo y la herencia indígena.

La cultura mexica, nacida y desarrollada en Tenochtitlán, sigue viva a través de diversas manifestaciones, como la música, las danzas tradicionales, la lengua náhuatl y la cosmovisión mexica. Las fiestas, como la celebración del Día de Muertos, tienen profundas raíces en las creencias y prácticas mesoamericanas prehispánicas, entre ellas las mexicas.

3. Religión y cosmovisión

La religión mexica estaba intrínsecamente ligada a la vida diaria y al gobierno de Tenochtitlán. Los mexicas veneraban a un panteón de dioses, y las prácticas religiosas, incluyendo los sacrificios humanos, eran vistas como necesarias para mantener el equilibrio del universo. Esta cosmovisión perduró incluso después de la caída de la ciudad, aunque modificada por la influencia del catolicismo tras la colonización.

Hoy en día, muchos elementos de la antigua religión mexica han sobrevivido en tradiciones sincréticas, especialmente en la relación entre la vida, la muerte y los ciclos naturales. En algunas comunidades indígenas y entre estudiosos y practicantes de religiones neoprehispánicas, se sigue honrando a deidades como Huitzilopochtli o Tláloc.

4. Aportaciones en agricultura y tecnología

El sistema de chinampas desarrollado por los mexicas fue una de las grandes innovaciones tecnológicas de Tenochtitlán. Estas islas artificiales creadas sobre el lago Texcoco permitían una agricultura intensiva y eficiente, que sostenía a la enorme población de la ciudad. Las chinampas no solo maximizaban el uso del espacio, sino que también mantenían una fertilidad constante gracias al reciclaje de nutrientes del agua del lago.

Este modelo de agricultura aún se utiliza en algunas partes de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, lo que representa un legado vivo de la innovación agrícola mexica. Las chinampas han sido reconocidas por su sustentabilidad, y hoy en día se consideran un modelo de agricultura ecológica.

5. El idioma náhuatl

El náhuatl, la lengua de los mexicas, fue una de las lenguas más influyentes de Mesoamérica y sigue siendo hablado hoy en día por más de un millón de personas en México. A través del náhuatl, muchos términos se han integrado en el español, y de ahí a otros idiomas del mundo. Palabras como tomate, chocolate, aguacate, coyote y chicle son algunas de las que provienen directamente de este idioma.

El náhuatl también juega un papel importante en la preservación de la historia, ya que muchos de los códices y relatos indígenas fueron escritos o contados en esta lengua. La revitalización del náhuatl en las últimas décadas ha sido parte de un esfuerzo más amplio por reconectar con la herencia prehispánica.

6. Arte y estética

El arte mexica se caracterizaba por su complejidad simbólica y su profundo significado religioso y cósmico. Las esculturas de dioses, guerreros y animales, así como los relieves en los templos, revelan una habilidad artística impresionante. Algunas de las obras más icónicas del arte mexica incluyen la Piedra del Sol (mal llamada el "Calendario Azteca") y la Coatlicue, ambas exhibidas en el Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México.

El arte mexica también se expresaba en la vestimenta y los adornos de plumas, una de las formas más elaboradas de decoración. Las plumas de quetzal, usadas en tocados y mantos, eran consideradas símbolos de poder y divinidad.

7. Sistema político y militar

Tenochtitlán fue la cuna de una de las más poderosas organizaciones políticas y militares de Mesoamérica. El imperio mexica estaba basado en una red de ciudades-estado aliadas, como parte de la Triple Alianza. El sistema de tributos impuesto sobre los territorios conquistados garantizaba un flujo constante de bienes, recursos y prisioneros de guerra, muchos de los cuales eran utilizados en sacrificios rituales.

Este modelo de dominio basado en alianzas y tributos fue clave para el éxito del imperio, aunque también sembró el resentimiento en muchas regiones sometidas, lo que facilitaría la alianza de estos pueblos con los españoles durante la conquista.

8. Resistencia y símbolo de lucha

La caída de Tenochtitlán en 1521 marcó el fin del imperio mexica, pero también el inicio de su legado como símbolo de resistencia. Cuauhtémoc, el último tlatoani mexica, es recordado como un héroe por su valiente defensa de la ciudad frente a los conquistadores españoles. Su figura ha sido glorificada en la historia y el arte mexicanos como un emblema de lucha y dignidad frente a la opresión.

El sitio y la caída de Tenochtitlán han pasado a formar parte de la narrativa nacional de México, recordada como un momento decisivo en la historia del país. La resistencia mexica frente a la invasión europea ha inspirado movimientos políticos, culturales y sociales, especialmente aquellos que buscan reivindicar la identidad indígena.

9. Patrimonio mundial

El centro histórico de la Ciudad de México, que incluye los restos de Tenochtitlán y Xochimilco, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987. Este reconocimiento refleja la importancia de la ciudad como uno de los grandes logros de la civilización humana y su influencia en la historia de América y el mundo.

El legado de la Gran Tenochtitlán está presente en la vida diaria de México y sigue siendo un símbolo de identidad, resistencia y orgullo. Aunque gran parte de su esplendor fue destruido, la memoria de esta ciudad vive en su cultura, en su gente y en sus monumentos.