Epifanía de los dioses - Sesión 1

Cree el proyecto de Epifanía de los dioses reimaginando la iconografía de mi país. Quería algo nuevo dentro de la tradición, renovar o al menos crear un camino nuevo de bordado mexicano contemporáneo.

Este patrón está inspirado en el escudo de la bandera de mi país, el cual es parte de la historia de cómo se fundó a principios de s. XIV la ciudad en la que vivo. Te cuento cómo fue.

Según la leyenda, los mexicas (también conocidos como aztecas) eran un pueblo nómada que estaba en busca de un lugar donde establecerse, guiados por la profecía del dios Huitzilopochtli. Este dios les indicó que encontrarían su hogar definitivo en el lugar donde vieran un águila posada sobre un nopal, devorando una serpiente. Este símbolo representaba un mensaje divino, señalando que ese lugar sería su tierra prometida.

Después de años de peregrinación, los mexicas llegaron al Valle de México, donde encontraron la señal en una pequeña isla en el lago de Texcoco. Allí, sobre un nopal en una roca, estaba el águila con la serpiente en su pico, tal como lo había predicho Huitzilopochtli. Convencidos de que habían encontrado el lugar indicado, los mexicas decidieron establecerse en esa isla, fundando la ciudad de Tenochtitlán en el año 1325.

La elección de este lugar no fue fácil, ya que el sitio era inhóspito y pantanoso, pero los mexicas, con gran ingenio y trabajo, lograron construir una ciudad próspera y poderosa. Tenochtitlán se convirtió en la capital de su imperio, y con el tiempo, en una de las ciudades más grandes y avanzadas de su época, hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI.

El mito de la fundación de Tenochtitlán es un símbolo de la resiliencia y la determinación del pueblo mexica, y la imagen del águila sobre el nopal es ahora un emblema nacional de México, que se puede ver al centro en el escudo de la bandera.

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